Uno lee información en Internet, busca videos en youtube, lee
ávidamente comentarios y tweets sobre los lugares a los que uno se va a
dirigir, pero éste, es sin lugar a duda, uno de esos sitios que supera con
creces todo lo leído o visto.
El paso de Vrišič o paso de los rusos fue construido en la primera guerra mundial por el ejército
alemán gracias al esfuerzo y las vidas de los prisioneros rusos. La carretera serpentea
por los Alpes Julianos hasta los 1611 metros de altura, lo cual indica que puede
llegar a ser en momentos no apta para cardíacos ó vehículos sin buenos frenos o
dirección.
Antes de entrar en la carretera hay dos señales que indican
que el paso no es apto para vehículos de más de 12 metros , tampoco para
aquellos cuyo ángulo ventral sea escaso, dado el peligro de golpear o rozar los
bajos del vehículo. En nuestro caso, una autocaravana de 7.25 metros de largo
sobre chasis de furgoneta fiat ducado nos garantiza el franqueo del paso de
Vrisic.
No menos de 50 curvas con pavés nos trasladan a otra época
donde todo se hacía a mano, y el traqueteo de la autocaravana es constante. En cada curva que se “negocia” literalmente, hay una señal
azul y bien visible que recuerda al viajero en qué curva se encuentra, están
numeradas. El bosque nos rodea completamente, aún no hemos llegado a la zona
más espectacular y ya nos encontramos con una imagen religiosa en las primeras
curvas…
Nos encontramos con otras autocaravanas, campers, coches y
muchísimas motos lo cual nos relaja un poco ya que, si ellos han pasado,
nosotros también no??
Pero el hecho de encontrar vehículos de frente hace que
doblar cada curva de 360 grados implica reducir la marcha hasta primera ó
segunda marcha para ver quien entra primero a la curva, generalmente tiene
preferencia el que sube sobre el que baja. La verticalidad del acantilado y la
inclinación de la carretera me mantienen en vilo mientras conduzco.
Los nervios al conducir sobre el pavés de las curvas se
reducen al admirar el paisaje y sus acantilados de los Alpes Julianos. Pero
dicha belleza tuvo su alto precio, porque más o menos sobre los 1100 metros de altura
se encuentra la capilla rusa que rememora el lugar donde más de 400 prisioneros
de guerra rusos perdieron la vida por una avalancha mientras trabajaban en la
carretera en 1916.
Incluso en verano, la dureza del paso de Vrisic nos recuerda
que debemos extremar la precaución al conducir por allí. En invierno este paso
está directamente cerrado para vehículos.
La familia entera va contando las curvas que ya hemos
“negociado” con la autocaravana, los frenos aguantan pero por si acaso,
decidimos aparcar un rato donde la carretera lo permite para descanso del motor
poco después de iniciar el descenso por el otro lado.
Sorprende la verticalidad de las montañas que nos rodean, su
belleza nos deja sin palabras por unos momentos. Otras autocaravanas también
detienen su marcha, la pendiente es tal en la carretera que las ruedas de los
vehículos de la otra orilla que van de subida derrapan en la gravilla para iniciar
la marcha. aprovechamos para descubrir una montaña con ventana y una cara de persona oculta en su ladera y, de paso, recuperar el aliento.
Tras el descanso para todos, iniciamos la marcha para
terminar el paso de Vrišič.
Reto conseguido.
Os dejamos un vídeo para que preciéis lo que vivimos en el paso de Vrišič:
Os dejamos un vídeo para que preciéis lo que vivimos en el paso de Vrišič:
Muchísimas gracias por vuestro blog. Está plagado de información práctica muy útil. Soy de las que se lo leen todo antes de organizar un viaje y, en esta ocasión, me dan ganas de no mirar nada más. Sois fantásticos! Este verano nos vamos dos meses por Austria y Eslovenia. A la vuelta os cuento si me he dejado alguna recomendación vuestra por seguir. Lo dudo! Un abrazo, Ross
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. Qué envidia nos da tu viaje!!! Nosotros estamos deseando volver a Eslovenia. Estamos seguros de que te encantará. Disfrutad mucho del viaje!!!
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